miércoles, 12 de marzo de 2014

LO SIENTO, MADRID

Madrid, esa gran ciudad llena de cosas por hacer, sitios por ver, gin tonics por beber, cosas delliciosas por comer, fotos que echar al atardecer, hermosos rincones donde besarse o abrazarse, ropa preciosa que comprar, metros y autobuses que coger…

Y, a pesar de todo, hace un par de días di uno de los paseos más tristes de mi vida por esta maravillosa ciudad. No nos lo merecíamos, ni Madrid ni yo. Hasta la Plaza de Oriente se volvió fea, rematadamente fea, y un escalofrío permanente me invadió, y eso que no hacía frío. A través de las lágrimas, vi un reloj de la Puerta del Sol borroso y oscuro, me sentí pequeña, vulnerable y frágil. Por Dios…otra vez no! Vas a mancillar otra ciudad más con tu tristeza? No has tenido ya suficiente?

Pues sí, Madrid, ésta soy yo, una personita más, sólo un número más para ti, que eres una majestuosa ciudad. No te lo tomes a mal, no pretendo que sea una costumbre, ojalá fuera un punto de inflexión…pero no te puedo asegurar nada. Aun sigo invadida por ese horrible escalofrío, estos días no me sirve con mirarme la muñeca, no me sirve con escuchar las canciones que me han ido salvando estos meses… ya no me sirve nada.


Lo siento mucho Madrid, siento haberte dejado plantada ahí, con tu casi insultante belleza, con tu moderneo vintage, tu Chueca, tu Latina, tu Lavapiés, tu Atocha, tu Salamanca, tu San Bernardo, tu Argüelles, tu Moncloa… Espero compensarte con creces, y que cuando mire atrás pasados los años, vea los días en que tuve la suerte de disfrutarte como DÍAS DE VINO Y ROSAS. 

Esto me lleva a una canción con ese título precisamente, de mi grupo favorito. Esta canción me lleva acompañando mucho tiempo, pero se ha hecho especialmente importante en los últimos meses. A parte de que es preciosa, encierra grandes verdades y reflexiones. Mantra.



Ya no quiero estar así
ausente, asustada, huyendo de mí.
Me he dejado arrastrar
por tu ambiguedad,
por la ilusión incierta de pensar que 
las cosas cambiarán.
Sabiendo que tu no lo harás
Las personas no cambian 
y siempre al final
se muestran como son
Esa es la verdad
y a veces cuesta tanto de aceptar

Se hunde el barco 
y yo me siento a esperar
Una copa de vino
y música para olvidar
Tu abandonas 
yo aguanto hasta el final
Y con el agua al cuello
miro al espejo y me digo:
Deberías quererte más
No voy a dejar
que estas cosas 
nos vuelvan a pasar.

Yo merezco algo más
que morir entre flores o un justo final
Y no voy a esperar
ni un minuto más
No volveré a arrastrarme
ni a perdonar.

Se hunde el barco 
y yo me siento a esperar
Una copa de vino
y música para olvidar
Tu abandonas 
yo aguanto hasta el final
y con el agua al cuello
miro al espejo y me digo:
Deberías quererte más
No voy a dejar
que estas cosas 
nos vuelvan a pasar.
Deberías quererte más
No voy a dejar
que estas cosas 
nos vuelvan a pasar.








 









Mil gracias a todas y cada una de las personas que leen el blog. No sabéis lo importante que se ha vuelto esto para mi. Gracias de corazón a todos :)

Un besico.

Carita de Mona

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