Una canción me persigue desde mayo de 2012, cuando la escuché por primera vez. Es ésta que suena aquí arriba en el video. De hecho, entre todos esos miles de personas, estaba yo (aunque en mi época escuchimizada, pero estaba) :)
Mi MBF María y yo, en éxtasis místico, con Santi Balmes detrás en el DCODE 2013, MADRID. |
Recuerdo que compré el disco en cuanto lo sacaron, literalmente, porque me fugué del curro para ir a la FNAC a por él, jaja. Creo que es uno de los discos que más veces he escuchado, todas en mi coche, mi C3 azul.
SUMMER 2012...ESTABA NEGRA PERDÍA Y JOVEN :( |
Hace casi un año que no escucho este disco. Llevo muchos meses sin escuchar "Si tú me dices Ben, yo digo Affleck" (que tiene un videoclip interesante de ver). Tampoco he escuchado "los Toros en la Wii"...Ambas canciones son geniales y os las recomiendo totalmente!! De hecho el grupo es lo mejorcísimo, los he visto muuuuchas veces en directo. Pero, queridos y maravillosos lectores (peloteo followeril subliminal), las canciones están SIEMPRE asociadas a recuerdos. Y este disco mio tiene una historia complicada, tanto es así, que el día que me lo firmó el señor Santi Balmes fue uno de los peores días que he vivido jamás. Paradojas de la vida (eufemismo de PUTADAS DE LA VIDA).
He hecho algunos experimentos desde que vivo en Madrid para refutar la idea de que si una canción te trae determinados recuerdos, ya no puedes nunca escucharla de otra forma. Mi experimento consistió en escuchar cada mañana de camino al trabajo un cd que llevaba meses sin escuchar por recuerdos dolorosos. Pues bien, así lo hice. Cada mañana escuchaba las 3 ó 4 canciones que dura mi camino al trabajo en coche. Y sí, conseguí que el disco de Django Django me recuerde a mis mañanas mostoleñas en coche. No me duele escucharlo, no me remueve ya. De hecho, canto Default como una loca, cosa que jamás imaginé que volvería a ocurrir. Bien, conseguido.
Ésta es en realidad mi favorita de ese disco. Este grupo británico es genialísimo, con un estilazo personal brutal. Sólo tienen un disco, pero qué disco! Y mirad en directo...vamos, que no paro de buscar un festival en el que toquen para ir!
PEEERO amigos, esto no es así siempre. Está claro que existe una clara correlación negativa entre el éxito de este experimento y la intensidad de los recuerdos asociados a las canciones...
Perdón, no me odiéis, lo explico mejor. Cuanto más fuertes, importantes e intensos sean los recuerdos asociados a una canción, más difícil es que desvincularla de éstos. Por mucho que intentes trasladar la canción a momentos felices, nuevos...esa canción está ya marcada de por vida y no hay nada que hacer. Vale, eso me ocurre con el cd del que os hablaba antes, está tocado y hundido. No pasa nada, en breve este grupo saca otro disco nuevo, esto es, nuevos recuerdos, nuevas asociaciones de canciones con momentos, espero muy felices y dichosos (please!!).
OJALÁ FUERA TAN FÁCIL... |
INCREÍBLEMENTE, hay una canción que según todo esto debería haber desterrado inmediatamente y que no he podido, he sido incapaz. Es la canción de la que os hablaba al inicio de este soporífero rollaco que he soltado. Es BELICE. Esta canción me trae recuerdos horribles, pero también recuerdos bonitos. Esta canción estuvo conmigo cada día, todos, desde que la conocí. Estuvo presente de lunes a viernes, pero también los fines de semana. Full time, eso es lo bueno. Y además es que es un temarraco, que eso también ayuda. Siempre será una de mis canciones favoritas de todos los tiempos. SIEMPRE.
Ésta de abajo soy yo destrozando un fragmento de esta canción que amo.
No, no evitarás,
que quiera largarme cuanto antes,
si cada vez, que me quiero ocultar,
tú me conviertes en gigante.
Me has llevado por corrientes de agua
que van a tus redes.
Y tus ojos son dos prismas devolviendo oscuridad.
No pretendas defenderte.
Te diré que no, no me convences.
Me quiero evaporar, entre la gente.
No, lo vas a negar.
Algunas bases no resisten.
Y un pulgar puede asfixiar.
Y a quien madruga… Dios no existe.
Ya puedes preguntar,
preguntar por ahí, o a los tuyos.
Si una gota colma el vaso,
Otras veces ya es el mar.
Y es el mar esta vez, ¿lo entiendes?
¿No ves que ya no, no me convences?
Me quiero evaporar, entre la gente.
Un día me iré, me iré de verdad.
No sé si me ves, del todo capaz.
De cambiar, nombre y edad, y si me encuentras decirte:
“¿De quién me estás hablando?”
No, no, no, no lo haré, jamás.
Me falta valor, o fuerza vital.
¿De qué me sirve salir de esta inmensa ciudad,
si de quien pretendo huir,
seguirá dentro de mí, y eres tú?
Eres tú. Si puedo escapar, es con la mente.
Un besico.
Carita de Mona
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